Olivier Rousteing celebró su décimo aniversario como Director Creativo de Balmain a lo grande. La colección Primavera 22 de la marca estuvo llena de brillo y opulencia, perfecta para celebrar una década de éxitos.
Un desfile que fue un espectáculo lleno de pasión por la moda parisina. En donde vimos toda la maestría de Olivier Rousteing como diseñador y porque lleva una década detrás de una de las firmas más legendarias del mundo. En el 2011 a sus 25 años Olivier tomó las riendas de la maison e inyectó una nueva estética joven que trajo a la marca una nueva era de lujo. Con diseños llenos de sensualidad, posicionó a la marca como el uniforme definitivo para las amazonas modernas llenas de glamour.

Para presentar su colección de su décimo aniversario el diseñador decidió llevar a cabo The Balmain Festival V02 – la primera edición del festival se llevó a cabo en el 2019 – donde la música, el arte y la moda conviven en un evento lleno de energía y diversión y que contó con las presentaciones de Doja Cat y Franz Ferdinand en el Seine Musicale de París. En el verdadero espíritu de Balmain y Rousteing, el evento fue un espectáculo extravagante donde la opulencia alcanzó casi un nivel de decadencia, en el buen sentido. Y durante este festival a las 20:30 horas del 29 de septiembre se llevó a cabo la pasarela de Primavera 22 de Balmain.
La colección de Balmain fue un espectáculo que podemos analizar como una ópera. La obertura estuvo a cargo nada más y nada menos que de la icónica Beyoncé, a través de una grabación pudimos escucharla felicitar a Olivier por su trabajo, su fuerza y dedicación al frente de Balmain. Este momento fue mágico no solo por las hermosas y emotivas palabras de Queen Bey, sino también porque mostraron lo mucho que ha evolucionado Olivier en la firma.
El siguiente acto de la colección nos contó la historia de la sensualidad y el modernismo que representa Balmain, nos mostró cómo la historia y el pasado de la firma se entremezclan con nuevos diseños y una visión fresca para dar paso a una estética vanguardista en donde lo sexy se transforma en elegancia y el lujo en sportswear. Donde estos conceptos opuestos conviven de manera armónica para crear hermosas prendas llenas de diseño, pero a la vez funcionalidad. En este momento pudimos ver piezas de sportswear como parachute jackets, prendas de tejido de punto, sacos estructurados que se convierten en bikinis, vestidos tipo bondage, blazers de tweed en siluetas oversize, vestidos en tonos nudes con drapeados y chaquetas tipo biker. Vimos seda, satín, lana, tweed y cuero combinados con estampados a rayas y de lunares, fringes de cuero o algodón, estoperoles y transparencias. Para acompañar los looks el diseñador presentó maxi bolsas acolchadas, backpacks en tamaño XL, sandalias de tacón alto y botas a la rodilla, lentes de sol futurísticos y joyería chunky en tonalidad dorada. Un mar de tonalidades neutras – blanco, negro, nude – con acentos de color rojo y dorado. Balmain presentó una colección llena de versatilidad que, aunque parezca excesiva funciona a la perfección y nos transmite una sensación de sensualidad, modernidad y lujo.
La aria de esta ópera llega con la aparición de la supermodelo Naomi Campbell enfundada en un vestido de rejilla largo de silueta bodycon en tonalidad café chocolate caminando al son de Halo de Beyoncé. Este momento hizo que la multitud gritará de emoción y de repente todo el aire del lugar se llenó de alegría. Natasha Poly, Adut Akech, Imaan Hammam, Karen Elson, Milla Jovovich, Natalia Vodianova, Cindy Bruna, Lara Stone, Mariacarla Boscono y Carla Bruni, cuál deidades y musas desfilaron enfundadas en clásicos vestidos de la firma en tonalidades doradas, marfil y café. Con este momento Balmain demostró su influencia e importancia en la industria y Olivier Rousteing se elevó al Olimpo de la moda junto con su #BalmainArmy de supermodelos.
Sin duda una de las pasarelas más emblemáticas en las que he estado. Con un telón de pantallas y flanqueadas con dos columnas con el monograma PB de la firma, las modelos desfilaron ante un poderoso soundtrack que creó un furor entre la multitud. Cual concierto de música fue una verdadera pasarela en donde el optimismo, alegría y emoción invadieron a todos los asistentes. Lo único que me queda por decir es ¡Felicitaciones Olivier por estos magníficos 10 años en Balmain, una década llena de éxitos y victorias! ¡No puedo esperar a ver lo que viene!
XO
Sira