Siempre lo he dicho y lo seguiré diciendo: en tu bolso nunca puede faltar el protector solar. Hoy hablaré de uno que, además de proteger nuestra piel, tiene unos cuantos beneficios extra que vale la pena tomar en cuenta.
No hay espacio para discusiones: el protector solar es el aliado número uno para cuidar nuestra piel. Sin importar qué edad tengamos, nuestro tipo o tono de piel, el sol es un aliado de cuidado, pues la luz UV puede causar envejecimiento prematuro, quemaduras y, a la larga, tras una exposición prolongada y constante, cáncer.



De acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, hay que tener en cuenta algunos consejos al momento de salir y exponernos a los rayos solares. Entre las 10:00 a.m. y 4:00 p.m., la intensidad de la luz UV es mucho más fuerte, y estos atraviesan superficies (como parabrisas o la ropa blanca) al mismo tiempo que rebotan en otras, como la arena, nieve, hielo o agua. Es bastante difícil escapar de ellos.
Hay que tener en cuenta, claro, que el sol no es un enemigo terrible, ni al que debamos temerle: gracias a este, podemos producir vitamina D, que ayuda a nuestro cuerpo a absorber calcio, además de que cumple un papel fundamental en el sistema inmunitario y nervioso.

A fin de cuentas, huir del sol no es una opción (ni tampoco una recomendación). Para este tipo de situaciones existen productos diseñados especialmente para protegernos y para evitarnos malos ratos. Uno de los protectores solares que yo más recomiendo es el Eco Defense Daily Moisturizer SPF 45 Tinted de Spa Technologies. ¿Por qué me encanta? Porque no solo protege cualquier tipo de piel, sino que también la hidrata y ofrece beneficios antiedad y antioxidantes.
La recomendación es usar 2 o 3 pumps del moisturizer y aplicarlo, además del rostro, el cuello y el escote, en cualquier otro sitio donde nos queramos proteger de los rayos del sol. Lo puedes aplicar en las mañanas, antes de salir, y en cualquier otro momento del día en el que lo consideres necesario (así que llévalo siempre en tu bolso).
Recuérdalo bien: la mejor manera de cuidar tu piel es protegiéndola.