Un mundo donde la sensualidad se viste de inocencia y la rebeldía se disfraza de dulzura. La colección de Emilio Pucci para Primavera 22 está llena del alma aristócrata aventurera de su fundador.
Pucci es una de las marcas más legendarias del país italiano. Fundada en 1947 por Emilio Pucci, quien quería capturar el estilo de vida de espíritu libre de la jet set en cada prenda que diseñaba. Reflejar ese sentimiento de ligereza y alegría por la vida, donde lo más importante es vivir al máximo de una manera rápida, alegre y espontánea sin ninguna preocupación. Toda esta filosofía se plasma en cada una de las colecciones que la firma ha presentado. A lo largo de los años hemos visto a diferentes creativos tomar las riendas de la dirección de la marca – Christian Lacroix, Matthew Williamson, Peter Dundas, Massimo Giorgetti – pero desde 2017 Emilio Pucci ha estado bajo la visión del equipo interno – a excepción de colaboraciones eventuales con diseñadores como Tomo Koizumi y Christelle Kocher – que han volteado a ver los archivos históricos de la firma para tomar inspiración.
La colección de Emilio Pucci para Primavera 22 es un mar de tonos pastel que se infunden sobre siluetas arquitectónicas sobrias que crean una estética minimalista. Menta, albaricoque, y narciso son algunos de los colores de los textiles que han sido perfectamente confeccionados en pantalones, vestidos, blusas y bandanas. Encontramos maxi vestidos de seda plisada con estampados de influencias arábigas en combinación de tonalidades cafés, perla y canario. Prendas más estructuradas como minivestidos en línea A con escote en V pronunciado en blanco puro o vestidos con peto en verde eléctrico. Vestimentas que abrazan la silueta femenina para realzar las curvas naturales de la mujer y piezas con transparencias que juegan con la ilusión de la desnudez, todo con la intención de crear un aire sutil de sensualidad que ha sido parte del ADN de Pucci desde sus inicios.
El amor por los estampados de la firma sigue presente a través de varias prendas donde se mezclan formas abstractas para dar paso a tejidos llenos de vida y color. Como vemos en el modelo con un top tipo bandeau y minifalda con un estampado con formas de pequeños fragmentos de piedras en naranja, amarillo y verde. Un print que me recuerda a los mosaicos del famoso Parque Güell en Barcelona. Estampados en forma de amebas en color olivo, amarillo, blanco y negro sobre un mar de menta o durazno. También vemos diferentes prendas en el que paneles de textiles en varias formas y colores – café, rosa y verde – crean un estampado abstracto y al mismo tiempo dotan de transparencias y profundidad a la prenda. O bordados de cuentas sobre encaje de seda que crean la ilusión de estampados tribales. El espíritu del “Príncipe de los estampados” – nombre que se ganó Emilio Pucci por su maestría en el uso de los prints – sigue vivo en esta colección.
Un enigmático mundo en donde podemos ver cómo el pasado renace en prendas de vestir para el mundo moderno. Vemos claras alusiones a los archivos históricos y siluetas que han formado parte de la firma, pero con una visión más fresca que se adapta a la estética y gustos de las nuevas generaciones. Y es que estos años que Pucci se ha mantenido sin director creativo han logrado que recordemos la grandiosidad que hicieron que Emilio Pucci se convirtiera en el epítome de lujo y elegancia. Esa aura de sofisticación y libertad de la musa de Pucci en los años 60 sigue viva en cada una de las prendas de esta colección.
La colección Primavera 22 de Emilio Pucci sirve como el limpiador de paladar perfecto antes de que entremos en la nueva era bajo la dirección creativa de Camille Miceli. Emilio Pucci está perfectamente cimentada para crecer y florecer para convertirse en la marca de moda que capture la energía y la felicidad que tanto necesita el mundo. Un universo caleidoscópico de alegría, optimismo y libertad.
XO
Sira