La semana pasada disfrutamos despidiendo el año 2021. En esta ocasión decidí pasar la noche rodeada de familia y amigos en uno de mis restaurantes favoritos mientras esperábamos la llegada del 2022. 

Querido diario:

La primera semana del 2022 está a punto de acabar, pero antes de lanzarnos a un año de nuevas aventuras, viajes y diversión, quiero recordar la última noche del año viejo. La noche en la que muchos cenan en casa con sus familias, unos van a fiestas, otros visitan nuevas ciudades emocionantes o algunos como yo salen a cenar rodeados de sus seres queridos.

Una de las dichas que me dejó el año pasado fue que pude disfrutar varios instantes rodeada de mis hijos y mi esposo. Emprendimos viajes maravillosos a mis ciudades predilectas como Nueva York o París; encontramos la manera de disfrutar momentos cotidianos como una tarde en casa, jugar o cocinar, y aprendí que en la vida hay ocasiones en las que debemos detenernos, relajarnos y respirar. Por estas razones quise que, para cerrar el año, mi última noche del 2021 estuviera rodeada de las personas más importantes en el mundo para mí. 

Antes que nada, tuve que escoger cuál sería mi atuendo para decir adiós al 2021. Debo de decir que fue una de las veces que más me costó trabajo armar mi look, no sabia que ponerme ¡it was a stressful situation! Finalmente decidí que para esta ocasión quería llevar un clásico Little Black Dress pero con un twist, me puse un mini vestido en tejido acanalado en color negro con cut-outs a los costados y detalle de moños con cristales en los brazos, de Mach & Mach. Combine este vestido con unas botas de mesh con strass y tacón de ante, de Saint Laurent. Para el cabello llevé uno de los accesorios más hot del momento, una headband en satén negro con studs en color plateado, de Prada. Una vez lista tuve un impromptu photo session con mi hermano Alex y mi hija Roberta (¡amé el vestido con estampado de limas de Dolce & Gabbana que llevaba!). Después salimos de casa con destino a uno de mis restaurantes favoritos de Miami, Carbone.

El lugar es espectacular por si solo, amo la decoración, pero en esta ocasión llenaron el techo con globos en colores plateados, blancos y negros, daban una sensación de festividad única a todo el restaurante. También nos dieron a todos los invitados sombreros y trompetas de papel, que los pequeños amaron. El menú fue una cena especial en la que hubo burrata con caviar, rigatoni con salsa spicy y vodka, tortellini con trufas, las famosísimas Mario’s Meatballs, camarones Fra Diavoli y ternera a la parmesana. Muchos no lo saben, pero el primero de enero es el cumpleaños de mi hijo mayor, Lorenzo, por lo que siempre en cuanto terminan de oírse las campanadas le cantamos “Las Mañanitas”. En esta ocasión apagó las velitas de dos rebanadas de cheesecake y dos terrinas de chocolate con avellanas.

Una noche memorable, en la que festejamos a mi pequeño – no tan pequeño ya, se quedó despierto toda la noche – y nos despedimos de un excelente año. ¡No puedo esperar a ver qué nos trae este 2022 que está comenzando!

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