La temporada de fin de año puede ser un momento difícil de navegar cuando luchamos con la cultura de la dieta o sufrimos un trastorno de la conducta alimentaria. La alimentación consciente nos ayuda a situarnos entre los extremos del exceso y de la restricción. Nos permite disfrutar de las fiestas desde un lugar de amor propio, de auto contemplación y conocimiento.
La temporada navideña puede ser un momento difícil de pasar si se tiene un historial con la cultura de las dietas, atracones emocionales o trastornos alimentarios. Viéndonos rodeados de situaciones como eventos laborales, comidas familiares, cenas con amigos…. El simple hecho de la Navidad como época ya supone un reto cuando nuestro estado de ánimo se ve expuesto.

Una de las grandes tentaciones y salidas fáciles, aunque no por eso la mejor opción, es transformar nuestros platillos en alimentos libres de culpa usando ingredientes light, productos keto, carbohidratos sin gluten, etc.. ¿Por qué puede ser contraproducente? Al negarte el acceso a lo que más te gusta comer en la temporada puede llevarte a sentir restricción y de ahí, sobrevenir una serie de atracones. El otro extremo es dejarnos ir durante las fiestas empujadas por el “aprovecha ahora, restringente después”, esto es un mecanismo muy común en la cultura de las dietas.
Por eso es muy importante que puedas apoyarte en herramientas para ayudarte a sobrellevar la temporada de celebraciones de fin de año. La alimentación consciente nos ayuda a situarnos entre los extremos del exceso y de la restricción. Nos permite disfrutar de las fiestas desde un lugar de amor propio, de auto contemplación y conocimiento. Con una alimentación intuitiva podemos comer todos los alimentos que realmente deseamos y nos capacita para poder decir cuando hemos tenido suficiente, dejándonos en un nivel de satisfacción luego de cada comida. Todos merecemos experimentar placer a través de los alimentos, esto sin importar el tamaño de nuestros cuerpos.
1. Permítete comer
Los extremos son malos: una dieta estricta o dejarse ir completamente porqué en enero vas a “portarte bien”. Intenta comer de manera consciente y conectada contigo mismo y tus necesidades. Estas fiestas navideñas no te prives de nada, date el permiso de comer pero cuestionando antes si realmente lo quieres y cuanta cantidad necesitas.

2. Honra tu hambre.
Si llegamos a las comidas demasiado hambrientas, probablemente comamos con urgencia. Honrar el hambre es un principio básico de la alimentación consciente e intuitiva. Si llegas a tus eventos con urgencia de comer no vas a disfrutar plenamente de los alimentos. La ecuación es muy sencilla: hambre urgente + demasiada comida navideña = sobreingesta.

Una manzana o un puñado de frutos secos pueden ser suficientes para que llegues a la celebración con un cierto nivel de hambre que te permite elegir, comer y sobre todo, disfrutar. Por nada del mundo te saltes comida pensando que así puedes equilibrar los excesos de las fiestas navideñas, es el peor error. No solo vas a ir acumulando el hambre y las probabilidades de sobre ingerir, pero estarás alentando tu metabolismo ya que tu cuerpo guarda calorías al no saber cuando lo volverás a alimentar. Saltarse comidas o hacer deporte para compensar solo perpetúa la lucha y el control con la comida. Escucha lo que te pide tu cuerpo y sigue tu intuición.
3. Mantén tus rutinas de autocuidado
Intenta mantener ciertas rutinas de autocuidado durante los días de vacaciones, tanto en las comidas, como en el movimiento. Cuidar de nosotros mismos debe de ser una constante aún en las vacaciones y en el ajetreo de las temporada. Priorizar un tiempo para nosotros puede ayudar a mantenernos conectados con nuestras necesidades. Busca actividades que te hagan sentir en paz y que te nutran, como dar un paseo en bici, ver una película, tomarte un baño de burbujas, salir a caminar, escribir un diario de gratitud, meditar, leer un libro o escuchar tu música favorita.

Pregúntate: ¿Cuáles son los requisitos mínimos de autocuidado para mantener mi paz mental estos días? El autocuidado es pieza clave de la nutrición intuitiva, ya que es más fácil comer con atención cuando nuestro mundo interior está en orden. Es un eficaz mecanismo para regular el estrés y que la comida no sea la manera de cómo gestionamos nuestras emociones. El fin de año es un gran momento para establecer intenciones de autocuidado para el año siguiente. ¡Póntelo de propósito!
4. Sé compasivo contigo mismo
Tal vez el punto más importante de todos: agradecerte y ser compasiva contigo durante el cierre de año, que generalmente es muy emocional y caótico. Aprecia todos tus esfuerzos que has hecho durante el año y que continúas haciéndolos. Practica la gratitud por la comida que está nutriendo tu mente, cuerpo y alma y por los recuerdos que estás creando durante esta temporada navideña. La comida es mucho más que combustible, pero también una manera de unir y conectar a los que amamos. Recuerda acercarte a la nutrición intuitiva desde un lugar de no perfeccionismo o de juicio, pero desde el amor. ¡Felices fiestas!

XO
Sira