Una oda a la feminidad, llena de tafetán, tul, lentejuelas y seda. Todo el romanticismo y la elegancia de París cobran vida en cada prenda de la colección Fall 22 de Giambattista Valli.
El diseñador nacido en Roma siempre nos ha maravillado con colecciones que nos cuentan historias de romance y pasión, llenas de prendas que enaltecen la feminidad a través de textiles suntuosos y delicados. Desde la fundación de su marca homónima el diseñador dejó claro que quería transportar toda la grandiosidad del mundo de la Alta Costura al prêt-à-porter, y lo ha conseguido pues cada una de sus colecciones están conformadas por prendas que nos hacen soñar con un mundo de fantasía. Sus diseños están llenos de glamour y sofisticación máxima.
Giambattista Valli se ha coronado como el couturier del romanticismo y en esta ocasión ha creado una hermosa sinfonía en la que las notas musicales están hechas de tul, seda, encaje y tafetán. Cada uno de los atuendos que vimos es una armonía melodiosa que evoca un sentimiento de pasión y romance, tienen esa sensibilidad francesa que el mundo ama y trata de emular. Desde el abrigo con un estampado que recuerda a los preciosos tapices de Versalles, el maxi vestido vaporoso en seda rosa con estampado floral, que evoca el estilo popularizado durante el reinado de María Antonieta y el mini vestido lleno de volantes y mangas globo en tul transparente. Sí, cada prenda era una hermosa canción de belleza y gracia.
Pero en esta ocasión el diseñador romano no solo nos presentó una colección con sus ya legendarios e icónicos vestidos de ensueño, hoy vimos una colección en la que la modernidad se plasmó en cada uno de los atuendos. Vimos una amplia variedad de siluetas de la década de 1960 – tops cortos combinados con mini faldas, vestidos de peto, abrigos con estampados gráficos con detalles de plumas en el ribete y trajes de dos piezas con pantalones acampanados – ocupando un lugar central junto a los vestidos de princesa, pero la magia de la colección fue que ambos parecen existir en el mismo guardarropa. La ropa más futurista estaba impregnada de feminidad gracias a los detalles de encaje, paillettes, plumas, lazos y moños; mientras que las prendas más de cuento de hadas poseen un sentimiento vanguardista gracias a la habilidad de manipular las telas del atelier de Giambattista Valli.



Cada una de las piezas que vimos en la pasarela son simplemente Giambattista Valli, no hay mejor manera de expresarlo que esa. Vimos una colección en la que el ADN del diseñador se reflejó en cada atuendo, textiles hilvanados con elementos mágicos como encaje, plumas y lentejuelas. Así es el universo de la firma, uno que crea fantasías envueltas en opulencia. Cada atuendo habla de sutileza, feminidad y delicadeza. Las prendas creadas para Fall 22 del diseñador son perfección absoluta. La firma se ha caracterizado por ser una fiel representante a la estética francesa, y en esta colección cada look parece ser un rincón de esta hermosa ciudad. Vemos la arquitectura en los vestidos, el arte en los estampados y la paleta de colores parece ser un reflejo de los cielos que se postran sobre los edificios la Ciudad de la luz. Esta colección es París, y al igual que la magnífica ciudad está llena de elegancia y hermosura.
Giambattista Valli siempre ha buscado crear prendas que nos hagan suspirar, soñar y sentir alegría, cada una de las colecciones que el diseñador ha creado desde el 2005 bajo su firma homónima está plagada de ese sentimiento de cuento de hadas. Es así como se ha convertido en uno de los favoritos de las alfombras rojas, su habilidad para transmitir sentimientos a través de sus prendas lo convierte en un tejedor de sueños. Y en esta ocasión nos trae una colección en la que usa todo su talento para elaborar una oda a la belleza sublime del arte de la moda.
XO
Sira