Hoy me gustaría hablar de 5 tipos de piel y sobre la existencia de un único producto capaz de ayudarnos a cuidarlas todas.
Lo sé. Mi título quizá sea un poco dramático, pero vayamos paso a paso.
Dependiendo de dónde busques y a quién le preguntes, existen diversos tipos de pieles. A veces son cuatro, mientras que otras pueden llegar a ser hasta siete. Hoy me concentraré a hablar, particularmente, de cinco de ellas y, también, de un único producto que puedes usar para cuidarlas todas.
Antes de comenzar, debes conocer la importancia de averiguar tu tipo de piel, ya que esto te ayudará a evitar situaciones desagradables a futuro, y también te será de utilidad para elegir a conciencia cómo cuidarla y mantenerla saludable. No es lo mismo tener una que otra; lo que le funciona a tal, no le servirá a cual. Es un proceso de autoconocimiento y autocuidado que todas deberíamos poner en práctica. ¿Comenzamos?


Aunque no lo creas, existe algo que podríamos considerar “piel normal”. Un tipo de piel que tiene una textura regular y que no necesita de ningún cuidado muy particular para mantenerse saludable, a diferencia de nuestro segundo tipo de piel: la sensible. Para las personas con este tipo de piel, es más fácil desarrollar lesiones o alergias, así como infecciones, debido a que se trata de un “órgano” mucho más frágil y delgado. La sensible es una piel que se reseca con mayor facilidad y, por lo tanto, es muy importante mantenerla humectada.
Nuestro tercer tipo de piel es la grasa, que se mantiene humectada y ofrece una apariencia que permite ver los poros mejor que en otras. Esta se da cuando las glándulas sebáceas del cuerpo se mantienen en una constante sobreproducción. Este tipo de piel es sumamente propensa a la aparición de acné.
También podemos hablar de la piel seca, que, para algunas personas, más que ser una condición pasajera, se convierte en una cuestión con la que deben lidiar por toda su vida. Es importante que las personas con piel seca, al igual que aquellas con piel sensible, mantengan esta capa externa hidratada, la que la resequedad puede agrietarla y permitir la entrada de microorganismos. Esta piel también es propensa al sangrado y a presentar descamación e irritación.

Finalmente, tenemos la piel mixta, que combina tanto a la piel grasa como a la piel seca, ya que las glándulas encargadas de la producción de distintas sustancias en nuestro cuerpo no se encuentran distribuidas de manera uniforme. Mientras que algunas zonas producen más grasa, otras pierden humedad constantemente.


La existencia de diversos tipos de piel da pie a que, a su vez, existan productos especializados para lidiar con cada una de ellas: es natural e, incluso, deseable. Sin embargo, también hay otros tantos lanzamiento que se adaptan bastante bien a cualquier persona. Por ejemplo, el Oxygen Renewal de Spa Technologies es una de esas opciones que le sienta como anillo al dedo para cualquier tipo de piel, y que sí o sí debes integrar a tu rutina de cuidado.
El Oxygen Renewal ayuda a rejuvenecer, aliviar y refrescar la piel gracias a sus diversos componentes como oxígeno líquido, Omega-3, extractos de alga, péptidos marinos y ácido hialurónico. Da firmeza, crea una barrera protectora, exfolia, iguala el tono y mantiene la humedad por más tiempo. Para conseguir todos sus beneficios, lo único que debes hacer es aplicarlo en la piel seca tanto en la mañana como en la noche. Asombroso, ¿cierto?
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