Hoy nos toca hablar un poco sobre mitología y cómo esta puede inspirar nuestros looks del día a día.

A veces, los directores creativos de las casas de lujo más prestigiosas, encuentran inspiración en pasados muy, muy remotos; en mitos y leyendas que alimentan la imaginación humana (a veces con fines didácticos). Por ejemplo, uno de los mitos griegos que más me llama la atención es el del rey Midas. ¿Lo conoces?

De acuerdo a lo que se cuenta, Midas fue un rey de Frigia, un hombre sabio que, un día, encontró al sátiro Silenus desmayado en su jardín. Sabiendo que este era el maestro y padre adoptivo del dios Dionisio, Midas lo agasajó durante diez días y diez noches en su palacio. En el décimo primer día,  Silenus volvió con su hijo y Dionisio, agradecido, le concedió al gobernante de Frigia un don, ¡el que él quisiera! Midas le pidió a la deidad que le concediera la habilidad para convertir en oro todo lo que tocara. Y así se hizo.

Claro que Midas no pensó muy bien en las consecuencias de este regalo, que pronto se convirtió en maldición. El rey probó su don con un árbol y con una roca, así como con las rosas de su jardín, y funcionó de manera maravillosa. Para celebrar el suceso, Midas mandó a hacer un enorme banquete; durante el festejo, el monarca intentó comer y beber, pero sus alimentos y su vino se convirtieron también en oro (por supuesto). 

La leyenda también dice que, triste, la hija del rey fue con su padre para quejarse, porque sus rosas, ya de oro, habían perdido su aroma. Midas, intentando consolarla, la abrazó y, sin pretenderlo, también la transformó. Así, el rey descubrió que su don no era lo que él creía, y le pidió a Dionisio que se lo revocara. El dios le dijo que las aguas del río Pactolus podrían lavar el oro; cuando el gobernante fue e introdujo sus manos, el Pactolus mismo se volvió dorado.

Convertir todo lo que tocas en oro… un regalo, sí, pero también un peso muy grande que cargar sobre los hombros. Por suerte, nosotras no tenemos que sufrir lo mismo que Midas; inspirada por esta historia, quise armar una lista de mis prendas de temporada favoritas, una serie de piezas que parecieran diseñadas por el mismísimo rey de Frigia, si, por alguna extraña y alocada razón, este hubiera decidido dirigirse por el camino del diseño (qué te cuento, a veces mi mente viaja por caminos extraños).

Por ejemplo, esta bolsa de mano de Dolce&Gabbana, que luce como si hubiera sido transformada por la mano del rey; con todo el respeto que merece, habría visitado a Midas luciendo este vestido de Elie Saab adornado con cientos de pequeños cristales, o quizá este de Proenza Schouler, que recuerda un poco más al corte que se solía utilizar en Grecia. Si buscamos algo un poco más discreto, pero, a la vez llamativo (y haciendo referencia a las flores del jardín del palacio), ¿qué opinas de este top de Brandon Maxwell? O, par algo más atrevido, esta blusa de red de Diotima

Como siempre, aquí abajo te dejo una selección de prendas que me encantaron y que, pensando en el toque de Midas, podrían ser perfectas para añadir a tu colección.

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