Un termino que cada vez es más común en la industria de la moda, pero ¿qué significa Slow Fashion? y ¿cómo podemos introducir esta ideología en nuestra vida?
Este fin de semana leí un articulo de Vogue India en donde hablaban sobre la importancia de adoptar una postura más sustentable en cuanto a nuestra manera de consumir moda. Y me hizo pensar que a pesar de que predicamos que somos personas conscientes y ecológicas muchas veces nuestros actos no reflejan nuestras ideas.
Hoy escuchamos expresiones como “Eco-Fashion”, “moda sustentable” o “Slow Fashion” un millón de veces. Esto ha creado cierta desinformación sobre el tema. Muchas marcas han adoptado o introducido estos términos en sus colecciones, pero sin ninguna transparencia en sus procesos de manufacturación y al final solo hacen lo mínimo para ser más sustentables.

Lo primero que debemos de hacer para entender este tema es comprender que significa cada termino. Aquí un pequeño glosario de términos básicos sobre el tema.
- Eco Fashion: Disminuir el daño al medio ambiente con la producción de ropa con textiles y fibras que sean recicladas, de origen orgánico o materiales reutilizados.
- Moda ética: Su principal preocupación son los derechos humanos y de los animales. Que haya una ética en todo el proceso, desde la creación hasta la venta de la prenda.
- Slow Fashion: La respuesta al Fast Fashion. Significa comprar menos, de mejor calidad con mayor tiempo de vida y que su elaboración sea ética de principio a fin.
- Greenwashing: Cuando una compañía se presenta como sustentable y verde haciendo pequeños cambios, pero ninguno significativo para reducir su impacto ambiental.
- Upcycling: Cuando le damos una segunda vida a una prenda vieja al alterarla o reutilizarla de diferente manera.



Ahora que tenemos más claro la terminología, quiero abordar el movimiento del Slow Fashion. Este nos dice que dejemos de consumir por consumir, que cada prenda que adquiramos sea una que realmente amemos y que tenga una longevidad alta en nuestro guardarropa. Además, la ropa debe tener una calidad mayor y al mismo tiempo que su elaboración sea social y éticamente responsable. Suena difícil pero no es imposible adoptar esta filosofa en nuestra vida.
Hay algunos pasos que debemos de seguir si queremos llevar un estilo de vida Slow Fashion. El primero, que dejemos de comprar. No se asusten, no significa que ya solo usaremos lo que esta en nuestros closets. Sino que lo nuevo que adquirimos sea algo que vayamos a tener no solo por una temporada sino por años.
Segundo, tratar de reducir nuestro consumo de marcas de Fast Fashion. En vez comprar a marcas de ropa sustentable y ética, consumir diseño local o buscar piezas pre-amadas o vintage.
Otra acción que debemos de cambiar es qué hacer con las prendas de nuestro closet que ya no queremos. Si ya no amamos algo, no lo desechemos a la basura, mejor pongámoslo a la venta o pasémoslo a un conocido que le vaya a dar una segunda vida. Si no lo quieres donar o regalar transfórmalo haciendo alguna alteración, por ejemplo, una chamarra vieja de mezclilla ajústale el fit para modernizarla o córtale las mangas y conviértela en un chaleco.
Finalmente, también trata de consumir ropa con textiles de origen natural. Estas prendas en caso de que las deseches se degradaran más rápido que la ropa con fibras sintéticas. Pero recuerda que es mejor donar o vender la prenda.
Ahora quiero compartir con ustedes algunos de los proyectos en Latinoamérica que más captaron mi atención y que realmente están liderando un cambio en la industria sobre este tema.
Cihuah
Esta marca mexicana fundada por la diseñadora francesa Vanessa Guckel ha conquistado por sus diseños arquitectónicos y líneas limpias. Pero además uno de sus pilares es convertirse en una marca sustentable, su proyecto Bioartex consistió en crear ropa con una tela de celulosa bacteriana que es biodegradable. También recientemente lanzo una colección de bolsas con un bio-material de nopal, dando una opción más ética que el cuero.
IG: https://www.instagram.com/cihuah/


Nous Étudions
Esta marca argentina ha revolucionado la moda. Sus prendas veganas y su formato made-to-order la convirtieron en la primera marca argentina en ser finalista de el LVMH Prize. Sus diseños genderless y minimalistas convierten a cada prenda en básicos de nuestro closet y a la vez statement pieces que transforman cualquier estilismo de aburrido a showstopper.
IG: https://www.instagram.com/nousetudions/

Carla Fernández
La diseñadora mexicana ha convertido a su marca homónima en un estandarte que celebra la cultura artesanal y textil de su país. Cada una de sus prendas esta fabricada por comunidades indígenas utilizando materiales reciclados y técnicas naturales en el proceso de coloración. Su manera de trabajar es enaltecer a cada artesano y crear prendas de calidad que se conviertan en piezas que se pasen de madre a hija.
IG: https://www.instagram.com/carlafernandezmx/


Escvdo
Desde Perú llega esta marca que moderniza técnicas ancestrales para crear una propuesta de diseño atemporal. Cada una es one-of-a-kind y elaborada por mujeres artesanas. La marca busca contribuir a la economía de las localidades y empoderar a las mujeres al darles la oportunidad de una independencia financiera. Asimismo, los materiales que usan son de origen 100% natural y su proceso de extracción no tiene un impacto ambiental ni a los animales.
IG: https://www.instagram.com/escvdo/


Caralarga
Esta marca mexicana inicio primero como una marca de joyería. Sus collares y aretes se han convertido en piezas de conversación, hoy ofrece productos de decoración para el hogar, así como prendas de vestir. Sus prendas están hechas con hilo de algodón crudo y desperdicios de textil descartado, me encanta el concepto de crear algo hermoso a través de algo que se consideraba basura. También utilizan fibra de la planta de la sansevieria y el cuerno de toro reciclado. Cada material es transformado por manos de artesanos en piezas únicas.
IG: https://www.instagram.com/caralarga_mx/

Así como estas marcas que menciono hay muchas más, tanto en América Latina como en otros lados del mundo. Algunos ejemplos que se me vienen a la mente son las diseñadoras Stella McCartney y Gabriela Hearst o la marca de loungewear Pangaia, que ha revolucionado la industria con sus avances tecnológicos en textiles y elaboración de ropa.
Es importante que empecemos a concientizarnos e informarnos sobre lo que consumimos; si ya lo hacemos con nuestros alimentos creo que debemos de empezarlo a hacer con nuestra ropa. En gran parte creo que no adoptamos la ideología del Slow Fashion no por no quererla sino por que no entendemos que significa.
De ahora en adelante estoy decidida a llevar la filosofía Slow Fashion en mi vida, comprar menos, de mejor calidad y que cada nueva prenda sea algo que estará en mi closet por muchos años. Algunas prendas estoy segura de que mi hija las usara cuando sea grande y las que ya no amo… bueno estén atentos por que esa es una sorpresa que les tengo preparada.
XO
Sira